¿Sientes fatiga, cambios de humor o dolores inexplicables? Podría ser más que estrés. La vitamina D, esa hormona esencial que a menudo pasamos por alto, juega un papel crucial en tu bienestar. Desde fortalecer tus huesos hasta protegerte contra la depresión y ciertos tipos de cáncer, sus beneficios son inmensos.
Descubre cómo obtenerla de forma segura y por qué la suplementación podría ser tu mejor aliado, especialmente en los meses de invierno.
Formas de Vitamina D: D2 y D3
- La vitamina D se considera una hormona más que un micronutriente.
- La vitamina D se presenta en dos formas tanto en la dieta como en los suplementos dietéticos: vitamina D2 y vitamina D3.
- La vitamina D3 se encuentra en las grasas animales (principalmente atún, sardinas), mientras que la vitamina D2 se encuentra en pequeñas cantidades en ciertas plantas.
- La vitamina sintetizada por la piel a partir de los rayos ultravioleta del sol es sólo la vitamina D3.
- Los investigadores llegaron a la conclusión de que la vitamina D3 es mucho más eficaz que la vitamina D2 para obtener la cantidad adecuada de vitamina D.
Por lo tanto, el mejor tratamiento es la exposición al sol.
Consejos para una correcta exposición al sol
A continuación encontrarás algunos consejos para una correcta exposición al sol:
- Puede exponerse todos los días, pero la piel no debe enrojecer;
- Tenga en cuenta la altitud ya que cuanto más alto se esté, más potentes serán los rayos UV;
- Protéjase en actividades de trabajo o de recreación si se encuentra en situaciones peligrosas para la piel: durante la práctica del esquí, durante la navegación, trabajos en el campo al mediodía o en regiones tropicales.
- Use una buena crema solar, ropa adecuada, en las horas de mayor intensidad de los rayos ultra violeta, póngase a la sombra de una sombrilla o debajo de un árbol.
Si vive en un lugar en donde no pueda exponerse al sol para producir la vitamina D3 le recomiendo el tomar un suplemento de vitamina D3. En invierno, más de la mitad de la población europea sufre carencia de vitamina D, que se asocia a un alto riesgo de depresión, cáncer, afecta a la salud de dientes, huesos, músculos y articulaciones. También afecta en modo negativo al sistema inmunitario y al bienestar psicológico. Puede anticiparse a esta posible carencia ofreciendo suplementos desde principios de octubre.
La vitamina D es esencial para el cuerpo humano y desempeña un papel importante en una variedad de funciones, como la salud ósea, la función inmunológica y la regulación del estado de ánimo.
La asociación entre la deficiencia de vitamina D y la depresión
Respecto a la depresión, varios estudios científicos han sugerido una posible asociación entre los niveles bajos de vitamina D y un mayor riesgo de desarrollar síntomas depresivos. La vitamina D desempeña un papel en la regulación de los neurotransmisores en el cerebro, incluidos aquellos asociados con el estado de ánimo, como lo es la serotonina. Sin embargo, la evidencia actual es mixta y se necesitan más investigaciones científicas para comprender mejor esta relación y determinar si la deficiencia de vitamina D realmente aumenta el riesgo de depresión.
Se ha documentado la presencia de receptores de vitamina D en el cerebro, los cuales desempeñan un papel importante en la función neuroendocrina. La baja concentración de vitamina D puede afectar negativamente el crecimiento y la comunicación entre las células, así como la actividad de las neuronas.
Algunos estudios científicos han sugerido una posible asociación entre los niveles bajos de vitamina D y ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de colon, de mama y de próstata. Se ha observado que la vitamina D puede tener efectos sobre el crecimiento celular, la diferenciación y la apoptosis (muerte celular programada), lo que podría influir en la aparición y desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, la evidencia en esta área también es limitada y se necesitan más investigaciones para comprender mejor esta relación y determinar el papel exacto de la vitamina D en la prevención o tratamiento del cáncer.
Vitamina D, depresión y cáncer: ¿Qué dice la ciencia?
- Depresión:
- Estudios sugieren que niveles bajos de vitamina D podrían aumentar el riesgo de depresión.
- La vitamina D influye en neurotransmisores como la serotonina, clave para el estado de ánimo.
- Se necesitan más investigaciones para confirmar esta relación.
- Hay receptores de vitamina D en el cerebro, que afectan la función neuroendocrina.
- La falta de vitamina D podría alterar el crecimiento y la comunicación neuronal.
- Cáncer:
- Se ha observado una posible relación entre bajos niveles de vitamina D y ciertos cánceres (colon, mama, próstata).
- La vitamina D podría influir en el crecimiento y muerte celular, afectando el desarrollo del cáncer.
- La evidencia es limitada y se requiere más investigación.
Puntos clave:
- La relación entre vitamina D y depresión/cáncer aún no está del todo clara.
- Se necesitan más estudios para confirmar estas asociaciones.
- La vitamina D parece jugar un papel importante en la función cerebral y celular.
Evidencias científicas sobre este tema se obtuvo del estudio científico:
En la Universidad de del Este de Finlandia y el Hospital Universitario de Kuopio en los cuales han llevado a cabo un estudio que brinda nuevas certezas sobre el papel de la vitamina D en la prevención del cáncer. En base a los resultados que los científicos obtuvieron, el doctor y profesor de farmacia en la Universidad Estatal de Oregón Arup K. Indra, quien no participó en el estudio, sugirió que la vitamina D podría proteger contra el estrés oxidativo y el daño del ADN, que están asociados con el riesgo de cáncer. Además, también expresó que este nutriente «puede estar involucrado en la modulación inmunológica.
En una investigación participaron 498 adultos finlandeses que, según los dermatólogos, presentaban un alto riesgo de padecer cáncer de piel, como melanoma, así como carcinoma de células escamosas y carcinoma de células basales. Según los investigadores, las personas que tomaban vitamina D con regularidad tenían menos probabilidades de haber padecido un melanoma en el pasado o en la actualidad y los dermatólogos consideraron que tenían menos probabilidades de desarrollar un melanoma en el futuro.
Otra evidencia científica se ha publicado en el año 2016
En este estudio, llevado a cabo principalmente mediante el uso de estirpes celulares y ratones, identificó también una asociación entre las concentraciones de vitamina D y la expresión de ID1, un oncogén que ha estado asociado con crecimiento y metástasis de tumores en cáncer de seno y otros tipos de cáncer.
Los ratones con baja vitamina D desarrollaron tumores más rápido y grandes.
Además, las células cancerosas con poca vitamina D se propagaron al hígado en más de la mitad de los ratones. En cambio, las células con niveles normales de vitamina D no causaron metástasis.
El gen ID1, relacionado con la metástasis, se expresó más en tumores de ratones con deficiencia de vitamina D.
Este estudio científico identifica cómo las concentraciones bajas de vitamina D que circulan en la sangre pueden tener una función mecanística en promover el crecimiento de cáncer de seno y metástasis. El doctor Feldman y sus colegas estudiaron la deficiencia de vitamina D en modelos murinos de cáncer de seno humano y en estirpes celulares de cáncer de seno.
- Encontraron que los ratones inyectados con células tumorales y alimentados con una dieta baja en vitamina D formaron tumores con más rapidez, y formaron tumores más grandes, que los ratones alimentados con una dieta normal.
- En experimentos separados, encontraron que una estirpe celular de cáncer de seno que produce enfermedad metastática bastante agresiva en ratones tenía concentraciones bajas de expresión de VDR, mientras que una estirpe celular que no conduce a metástasis cuando se introduce en los ratones tenía concentraciones normales.
- Experimentos adicionales—que incluían tumores formados en ratones de células de cáncer de seno que el equipo de investigación manipuló para afectar la expresión de VDR—mostraron que en más de la mitad de los ratones cuyos tumores tenían bajas concentraciones de expresión de VDR, los tumores se diseminaron al hígado. Ninguno de los ratones con células tumorales que tenían expresión normal de VDR tenía evidencia de enfermedad metastática.
- Análisis ulteriores de tumores en los ratones tratados con dietas normales o deficientes de vitamina D identificaron la alta expresión del gen ID1 que ha sido asociada con metástasis de cáncer de seno. El gen se expresó mucho más en tumores de ratones con deficiencia de vitamina D, encontraron ellos, así como en células cancerosas de seno que se manipularon para tener una expresión baja de VDR.
- Trabajos adicionales sugieren que el receptor de vitamina D regula al gen ID1 e identificó la sección del gen ID1 en la que puede actuar la señalización de VDR.
Luego, los investigadores querían determinar si sus resultados se aplicaban al cáncer de seno en humanos. En una estirpe celular de cáncer de seno humano ampliamente estudiada, ellos mostraron que al tratar las células con calcitriol se redujo la expresión de la proteína ID1. Y cuando analizaron la vitamina D y la expresión de ID1 tumores de un estudio clínico pequeño de mujeres con cáncer de seno en estadio inicial, encontraron que concentraciones más altas de vitamina D estaban asociadas con grados menores de expresión de ID1 en los tumores
Resumen del estudio sobre vitamina D y cáncer de seno:
Finalmente, en un estudio con mujeres con cáncer de seno, niveles altos de vitamina D se asociaron con menor expresión del gen ID1 en los tumores.
Puntos clave:
- Baja vitamina D = mayor crecimiento y metástasis de tumores en ratones.
- La vitamina D regula el gen ID1, relacionado con la metástasis.
- El calcitriol reduce la expresión de ID1 en células humanas.
- Niveles altos de vitamina D se asocian con menor expresión de ID1 en tumores humanos.
Prevalencia de deficiencia de vitamina D
Es importante destacar que la deficiencia de vitamina D puede ser más común en ciertos grupos de población, como personas con piel oscura, adultos mayores, personas que viven en regiones con poca exposición solar y aquellos con una ingesta dietética insuficiente de vitamina D. Si tienes preocupaciones sobre tus niveles de vitamina D o su impacto en tu salud, es recomendable hablar con un médico para obtener un asesoramiento profesional y para que luego el profesional de salud te remita para realizar posibles pruebas de laboratorio en modo que se pueda determinar tus niveles de vitamina D.
La deficiencia de vitamina D es la afección clínica más infradiagnosticada en niños y adultos. Ello se debe en gran medida a que, generalmente, los pacientes no presentan signos clínicos ni síntomas evidentes hasta que la deficiencia es grave y prolongada. Los niños con deficiencia de vitamina D establecida presentan características de raquitismo (alteraciones óseas, retraso en el desarrollo, retraso pondoestatural), mientras que los adultos presentan signos y síntomas de osteomalacia (sensibilidad y dolor óseo, debilidad muscular proximal señalada como dificultad para levantarse desde la posición de sedestación).
Las mujeres mayores de 60 años tienen un riesgo mayor de osteoporosis y las terapias que se usan para tratar el cáncer de seno hacen que este riesgo sea todavía mayor”, dijo él.
“Es especialmente importante tener concentraciones normales de vitamina D para las mujeres con cáncer de seno para tener óptima salud ósea independiente de los efectos potenciales en el tumor que hemos identificado.
Referencias científicas
- (1) Kanasuo, Emilia; Siiskonen, Hanna; Haimakainen, Salla; Komulainen, Jenni; Harvima, Ilkka T. Regular use of vitamin D supplement is associated with fewer melanoma cases compared to non-use: a cross-sectional study in 498 adult subjects at risk of skin cancers. Melanoma Research 33(2):p 126-135, April 2023. | DOI: 10.1097/CMR.0000000000000870.
- (2) Jasmaine D Williams , Abhishek Aggarwal , Srilatha Swami , Aruna V Krishnan , Lijuan Ji , Megan A Albertelli 1, Brian J Feldman .“Tumor Autonomous Effects of Vitamin D Deficiency Promote Breast Cancer Metastasis”. Endocrinology. 2016 Apr;157(4):1341-7. doi: 10.1210/en.2015-2036. Epub 2016 Mar 2.